Murió el escritor Atilio Milanta

07.03.2023 07:53
En la noche del 5 de marzo falleció el doctor Atilio Milanta, a los 96 años y por causas naturales. Había nacido en San Nicolás de los Arroyos, el 11 de septiembre de 1926, pero residió en La Plata desde 1949. Seguía, en ese sentido, la tradición de otros notables escritores del interior que se habían naturalizado platenses, como Horacio Núñez West, Enrique Catani o Eduardo De Isusi. Llegó ya graduado de maestro y bachiller y en La Plata emprendió el estudio del Derecho, recibiéndose de abogado. Su título de abogado lo donó al Museo de los Trabajadores Evita de La Plata.

Como nicoleño, sintió siempre una gran admiración por Horacio Rega Molina, al que le rendía periódicos homenajes a través del Instituto que lleva su nombre y que Milanta había fundado. Pero también escribió numerosos trabajos sobre escritores de La Plata, por nacimiento o adopción: Enrique Rivarola, Panchito López Merino, Gustavo García Saraví, Horacio Ponce de León, Mario Marcilese, Almafuerte. Su poesía fue evolucionando desde una mirada nostálgica emparentada a los escritores de la Generación del Cuarenta, como la de Resonancias  nicoleñas, hacia una vertiente metafísica y a menudo hermética: Ismael, Fresa y esmeril, Entre Dios y el universo, De succubus et  de incubus.

Atilio Milanta tuvo una destacada actuación en la SADE, tanto en la Filial La Plata, de la que llegó a ser presidente en 1975, como de la SADE Nacional. En su gestión al frente de la filial platense lo acompañaron escritores notables, como César Corte Carrillo, María Cecilia Font, Horacio Preler, Osvaldo Elliff, Horacio Castillo, Catalina Lerange, María Estela Calvo, Andrés Homero Atanasiú, Alcides Degiuseppe y Horacio Ponce de León, entre otros. En 2019, al ponerse nuevamente en funcionamiento la filial, su presidente, el profesor Guillermo Eduardo Pilía, le ofreció ocupar un puesto en el Consejo de Honor, del que fue parte hasta el día de su muerte. La última edición de su libro Lugones gremialista la donó íntegra para que la SADE Filial La Plata la vendiera y se quedase con las ganancias.